Al principio fue la serpiente, el demonio encarnado
símbolo de maldad y pecado
acto impuro, perversión del barro, suciedad del alma
¡lujuria! grita el de mayor negrura
apetito carnal, hambre de coito, antojo de raza
fundición de espada y cáliz
ruge el útero su sed de falo, de carne y sangre
el ofidio nervudo busca cueva
donde pensar la línea que entre el bien y el mal se hiende
una serpiente demoníaca que
tentó la boca de la primera mujer viva, la primera mujer amada.