Estás ausente no te veo, a donde corriste
Te busco con mis manos errantes
Mi corazón te extraña, pues te perdiste
No se de ti, como una niña extraviada
Siento ese miedo.
Me acuesto en mi lecho, no te advierto
Te miro por mi ventana, ya no estás
Las aves me indican con su canto repetitivo...
Y el sonido del viento me habla…
Y el silencio me insinúa...
El frío de mi aposento me descubre...
Que estoy sola, que ya no estás
Silencioso te fuiste
Quizá no me quisiste
Nunca lo dijiste
En la misma condición te perdiste
Hasta cuando voy a vivir con esta soledad