De tu recuerdo me dejo libre
y todo lo que es mío me llevo
lo que te ofrecí me pertenece
librarme de mi intrínseca esencia no puedo.
Me quedo con mis besos de caramelo
y el brillo de mis ojos cuando me entrego
el sonrojo de mi rostro cuando me versan
mi sonrisa risueña cuando me observan.
Tú, quédate con la cama si quieres
pero mi piel que es tibia manta me llevo
¿La estufa? Esa tampoco la quiero
pero el horno, jeje, lo siento..
Ese también me lo llevo.