Marieli

Caminos

Caminos de la vida que ofrecen rosas

Las mismas que queman con sus espinas

Se van haciendo en el andar y en el soñar

Puros, excelsos en su vaivén sonoro

 

Caminos que no ofrecen seguridades

Alejan la barca de la orilla para navegar

La marea los envuelve con su encanto, lejos, lejos quedan ya

Ya no se avistan en el horizonte, bruma sólo queda

 

Las pisadas que los recorren los danzan también

Unas veces ligeros, otras abrumadores

Caminos de la vida que ofrecen frutos

Los mismos que se marchitan al pasar

 

Caminos pausados, caminos fortuitos

¿a dónde conducen sino al mismo lugar?

El destino migra, sólo queda el camino

Sólo uno, sólo en la soledad

 

Senderos que se viven en silencio

Entrando en la abrumadora admiración

Se caminan despacio, eternos amigos del tiempo

Ése que no regresa, ese que al nombrarse se va

 

Esperanza de continuar viviendo

Deseo que impulsa y retrocede

Caminos que engañan y que hieren

Esa vida que invita y los pies que la aguardan

 

Quizá es la confianza en el puerto de arribo

O tal vez la certeza del viento que eleva anclas

Algo conduce al camino mismo, algo lo eleva más allá del cielo

Caminos de fe, caminos que embellecen. Es el alma que sigue andando.