Marc Tellez Gonzalez

Agradezco odiarte.

El otoño florece, las gladiolas son grises, la oscuridad es clara y el corazón perdona.

Esa pregunta tiene respuesta, el calor refresca y la duda confirma.

Cómo el dolor alivia la desesperación de la calma, que se enfría en los infiernos del corazón, y Neruda se vuelve tan ignorante al amor.

Duele el alivio de saber que la ignorancia quiere en el odio de amar lo ignorado, sé que el saber me unde en la ignorancia del querer olvidado.


Agradezco el desprecio de no haber amado lo odiado, porque el odio me hizo amar, me hizo querer lo que hoy levanta mi indiferencia tan arraigada a la ignorancia de no saber que tan poco les valgo.

Eres tan putrefacta, hueles mal, eres mal, eres mi desdicha, eres la duda más incierta a mis respuestas, que si supiera.... que loco estaría.


Espero que el olvido te recoja, te lleve tan lejos que jamás te pueda alcanzar, porque tu espacio es tan grande que no cabe en ta pequeño lugar de mi pensamiento; olvídate, olvídame, elejate, piérdete para no pensarte, para no sentirte para simplemente olvidarte.

El corazón se cansa de vivir en coma, el corazón regurgita odiar, amar, desesperar, esperar lo que jamás ha de alcanzar.


Marc Téllez González.