Hola!!
Pensar que no estaba al pendiente tuyo,
en verdad que es un gran error corazón.
Te amo tanto que sin ti muero lentamente
no te lo tengo que decir a gritos... ni con
palabras siquiera, tú lo sabes y sientes.
Pero te molesta darte cuenta de tus errores,
y yo con mí modo de amarte no te sacaré de
tus errores tiene que salir airosa, vencedora
como buena guerrera que eres y que yo sé...
Porque tanto tú como tus hermanos llevan
en la sangre la raza pura del indio mexicano
él indio fuerte, él que no se doblega con nada.
La de la mujer india guerrera que puede perder
batallas pero no la guerra porque no se deja
amedrentar por las piedras que se encuentra
en su paso y a patadas las hace a un lado y
sigue adelante. Así que ya comienza a patalear
desase ya la piedra que llevas en el zapato.
Toma el camino y llega a tu destino, porque solo
entonces podrás partir al viaje que tantas veces
has querido adelantar, del cual regresas con la
piedra cada vez más grande.
Te amo y me duele cada que... ¡estoy aquí!
Esperándote de regreso, porque se que todavía
no es tú momento, para partir.
Que quieras o no... todavía no pagas la factura
de la vida,...y esa viene con tú nombre bien claro.
Por eso me duele tu mirada de reproche cada que
regresas, nunca me dices gracias, o que bueno que
estoy contigo, solo me miras con un reproche y
hasta me lo has dicho en reclamo, para que me
salvaron yo no se los pedí.
Me desgarras el corazón, no tienes piedad solo
sientes rabia porque se te regreso a la realidad.
Y te muerdes los labios para no llorar,
para contener tu frutración que no aceptas.
Solamente sigo aquí a tú lado, sin moverme
sin importarme que me sigas culpando de tus
errores, se lo que tú sufres y que me culpas.
Me lo dijiste con todas sus letras!!
\"Busque hasta que encuentre el momento en
que me dijo que no quería que yo naciera,
que se caso porque se embarazo de mí,
que me lo dijo cuando llego tomada ...no dice
que los niños y los borrachos dicen la verdad.\"
Te atreviste a llamarme perra, me insultaste
hasta el cansancio, me hiciste llorar el alma.
Hasta ese momento yo no te había reclamado
o echado en cara tu comportamiento pero
algo tal vez el dolor de madre de ver lo equivocada
que estabas me hizo decirte lo que se me viene a
mi mente y me duele, todavía el que te haya visto.
Pero no te juzgo porque eso solo Dios y la vida...
Solo tú me haz hecho llorar como solo una vez,
antes lo había hecho, ...el día que después de sepultar
a mi madre, al llegar a casa ya en la noche,
hasta entonces le lloré.
Y presiento que si Dios me permite también a ti te voy
a llorar, pero le pido y ruego que sea cuando tenga
todavía fuerzas y que tú hayas cumplido tu misión aquí.
Perdón por tanto sentimentalismo pero es de lo que esta
cargado mi pobre corazón de madre, que sufre por querer
gritar lo que siente y solamente, guarda silencio un silencio
que consume muy lentamente pero con gran dolor.