PauCath08

Sorpresa en la madrugada

Hoy salgo del trabajo a las 03:00 de la madrugada, una hora más tarde de lo habitual, hubo un problema con un cliente y tuvimos que lidiar con unos platos rotos. La jornada estuvo movida pero ya estoy yendo a casa, derecho a la cama, estoy agotada de tanto trabajo. Espero que David me tenga la comida pronta, aún que no estoy segura, el recién llega de San Carlos y debe de estar muerto.
Faltan 5 minutos para que sean las 03:30, espero no despertarlo, lo peor es que si no encuentro las llaves lo tengo que llamar.
- Yo: ¡Genial! Acá están.
¿Qué es eso? Mmm.. Que olor dulce.. ¡Son velas con olor a flores!, ¡Me debe de tener una sorpresa!.
Ahí esta el sentado en la mesa del comedor, con todo el lugar decorado con tanto romanticismo a más no poder. Hay un ambiente muy especial. Él se ve tan tierno con esa sonrisa encantadora y sus ojos cautivadores.
- David: Cariño te estaba esperando, te quise dar una sorpresa. Ya te extrañaba. Lo mereces después de tanto trabajo.
- Yo: Amor! Que tierno eres, no hay hombre más maravilloso que tú! Gracias por esperarme y prepararme esta cena. No tenías que molestarte, sé que estás muy cansado por el viaje.
Mirando un poquito hacia la mesa veo que se ha esmerado, preparando mis platos favoritos.
Ya sentados hablamos de nuestro día laboral, y de los anteriores ya que hacía 3 días que no nos veíamos. A él le fue genial, pudo concretar un negocio muy importante así que está libre por el resto de la semana, con lo cuál él decidió darme otra sorpresa invitándome a ir a Buenos Aires el fin de semana, en una escapada romántica.
- David: Ven cariño, pondré un poco de música para bailar un rato.
¿Bailar?, ¡Wow! Esto es estupendo, nunca esperé tanto... sabiendo lo reacio que es con el baile.
Mientras suena Frank Sinatra, él se aproxima tomando mi cintura y yo sus hombros como los bailes añejos que tanto me gustan. Entre un paso y otro, la atmósfera se eleva... siento que vuelo, qué  nuestras almas se unen al compás de la música...
Nunca me sentí mejor en la vida, este hombre es mi alma gemela. Mi amor eterno.
Terminamos el baile con un beso muy cariñoso, cuando el se detiene y se arrodilla frente a mí. Toma mi mano, levanta un anillo tan brillante como sus dulces ojos.
- David: En esta noche tan especial, después de tantos años maravillosos vividos juntos, siento que es el momento de llevar nuestro amor al siguiente nivel, para ser la familia que tanto soñamos.
- Yo: ¡Sííí!
Y no hubo nada más que decir. Las lágrimas comenzaron a brotar de forma espontánea en ambos, nos abrazamos tan fuerte como para no perdernos el uno del otro.
Así fue la noche más hermosa que he vivido y que nunca había soñado. Mejor que en los cuentos..
Por supuesto cerramos la noche con un espectacular acto de amor y un dulce fin de semana.
Ojalá se encuentren muchas más historias de amor que se vivan de manera tan sincera como esta...
 
Fin.