Es abrir el corazón,
es sacar de allí palabras,
sentimientos, sensaciones,
y volcarlos al papel,
al papel, que tiene alma,
que respira y que siente.
Compartir las alegrías,
emociones y dolor,
impaciencias, amarguras,
el afecto y la piedad.
Sobre todo ser sincero,
y aunque algunas inquietudes
se reciben al pasar
transmitirlas como propias
al tomar paternidad.
Qué me importa opiniones,
que discutan calidad
si en mis versos voy diciendo
como siempre, mi verdad.