Podría darte pequeñas cosas
como cada mañana, al despertar
hoy aún duermes
y solo atino verte, así
tan bella, con los ojos cerrados
el rostro ilumina el jardín
de la cabellera desordenada
que huele a flores
a besos de una noche enamorada.
Podría darte besos
y despertarías
caricias suaves de amor
y despertarías
tomar tus manos en las mías
y despertarías.
Solo puedo mirarte, bella
oler tus aromas
tenerte así, dormida
podría dejarte
mi última lágrima
pero solo puedo
abrir la ventana y huir
en un revuelo de pájaros.
Mi historia será
el recuerdo
de tu belleza, dormida
en medio del murmullo
de una mañana tibia
la última que he vivido.