Samuel Santana

Una pregunta sin respuesta

¿En qué momento fue que

me cautivaste?

Creo que ocurrió el día de

los relámpagos,

cuando el viento pardo

llegó cargado de infortunios

y presagios sacados

de otros tiempos.

Al principio no respondí al

desafío de las olas furiosas. 

Y por más que lo intenté,

imposible me fue descifrar

el enigma compuesto en la

mirada sospechosa de la

víbora tenebrosa.

Solo opté por ocultar mis

manos de los dientes devoradores.

Yo sabía que serían inútiles

las preguntas ante el estúpido

que nunca nada entiende.