Basta de gentilezas, hoy no quiero ser sutil, necesito que inutilices la calma,
que me roces con fuerza, no tengas cautela, no pienses, saca de ti todas los desengaños y tradúcelos en descargas,
desquítate del tiempo que hice que esperaras,
y haz que se lamente la almohada.
No hay rabia mayor que recibir algo que no merecías,
vengo a decirte hoy, que no merecías toda mi cobardía,
deje la ropa en la entrada, me estorbaba desde que salía,
a buscar tu sed, no puede ser, dejarte morir así, si tanta humedad me invadía.
Deja la luz encendida, no quieres perder detalle alguno de esta epifanía,
porque desde hace tiempo lejos, se venía,
y así quiero que ¡te vengas!
No pregunté si querías,
perdona la arrogancia ¡sabía que así sería!
es difícil no notar, cuando me libras de la ropa al pasar,
si solo con verte puedo profetizar tu pensar.
Basta de tanta palabra comienza a escribir esta obra que aún se no acaba…