Desde mi ventana contemplo la calle, ...
coches parados enfrente del semáforo rojo
y otros que circulan por las vías.
Personas paseando a sus perros,
niños jugando con el balón en las aceras,
madres sentadas en un banco conversando,
parejas de enamorados encariñadas,
ancianos que cojean con su bastón
a lo lejos veo la plaza de la iglesia
con mendigos pidiendo limosna en las puerta.
Y me pregunto a mí misma
¿ Qué significa la calle en nuestras vidas?
para unos es un revivir solitario,
para otros es un renacer
y a alguno les quema sus vidas.
Yo mientras paseo contemplo
a todas las personas que transitan por la acera,
me contagio de la alegría de los niños,
de la soledad del anciano,
deseo los cariños de los enamorados
y sufro la miseria de los mendigos.
Camino con mis piernas cansadas
y mi alma escondida en un laberinto
que se siente vacía y solitaria.
Se impresiona por las vivencias
y emociones de otras personas.
Necesita alimentarse de amor
y lo busca en cada uno de los rincones del paseo