Mauro Enrique Lopez Z.

Adios mujer.

Tu fuiste la que dijiste que jamàs ibas a volver,

me dio igual no es porque te ame

no te roguè porque sabìas que regresaba,

lo sufrido ya pasò al olvido,

ahora quieres venir nuevamente,

pero hasta mi alcoba la reducì,

y no cabes tù.

Estoy bien sin tener tu tormento,

ya no entraràs mas en mi pobre corazòn.