Me eh perdido en miles de páginas
todas con vocablos cargados de infinitos
con soluciones incompletas en los versos,
pero solo pienso que al otro lado del orbe
alguna criatura se encuentra igual, perdida,
pero ella entre los estallidos de los fusiles,
las bombas y los misiles.
Estoy cómodo con mis sentimientos
bebiendo un café, calentando mis pensamientos,
analizando mi vida desde el inicio de partida,
tratando de recordar en los destellos de mi alma,
lo que con tanta calma he forjado al correr en las llamas
del universo construido por antepasados furtivos,
peligrando por los simples destinos
que en casualidades liberan lo toxico de lo vivido.
Pero me detengo en este derrumbe de sensaciones,
anonadado por las viejas costumbre de pensar
y sentir por el prójimo, el hermano que da aullidos
cargados con gotas de dolor por el llanto,
causados por el maldito inhumano
que padece de facultades antiguas,
creadas por los dioses para compartir la vida
como una sola familia.
El niño de esta época no conoce, es nula su compasión,
odia desde el momento en que nace del vientre de su madre
que fue fecundada por un hombre sin valores, ni tradiciones.
El alba da la llamada para un nuevo baño de maldad virtual,
noticias frescas que sacuden a la minoría de la sociedad,
la mayoría va perdida con su bobería de hipocresía,
esta minoría sufre por que el problema es mayor a sus cavidades,
pero los pocos fuertes, caminan distinto por ver algo peculiar,
algún acto flamante rebosante de verdad y de la pisca del amar.
En un momento próximo la minoría volverá a ser la mayoría
y el hombre podrá alcanzar el cenit de la conjunta alegría,
en multitud se aclamaran las nuevas dichas que traerá la providencia
en su venir causado por el hombre certero y tenaz.