En un intento por despedirnos
un \"Quédate\" leí en tu mirada...
en tus pestañas quedé atrapada
por el iris de tus ojos hipnotizada.
A la noche imploramos un crédito
de segundos, minutos y horas...
amarramos los pies al tiempo
con caricias y besos nuevos.
Exhaustos, pero aún extasiados...
recibimos y saludamos al alba
un sol intrépido levantó la mañana
con nuestra piel cubierta de nácar
bien pulida por la noche apasionada.
Con un ¡Buenos días!...Besé tu sonrisa
y tu mirada arrancándome la prisa
tus manos extendiéndome al siguiente ocaso
completamos 24 horas amándonos.