Bajo la sombra del árbol del amor, un día,
Recordarás, mi cielo, muy bien que te besé.
Bajo la sombra del árbol del amor, querida,
Pero llegaron otros labios y ese beso se fue.
Bajo la sombra del árbol del amor, sus ramas,
Acariciaron en mis labios una pregunta ausente,
Solo quería saber si me amaste; si me amas, pero
Quedó el murmullo hamacado en tu boca silente.
Mirándote a los ojos te dije que no importaba, y
Tragando tu silencio, mi boca ante el sabor fingía;
La pena bajo la sombra del árbol del amor lloraba,
Mi llanto bajo la sombra del árbol del amor llovía.
Renuncié a todo bajo ese árbol del amor marchito,
Me fui apagando mientras la luna devoraba el día,
Pero aprendí que la sombra, no la luz, es lo infinito;
El beso, y su pregunta, bajo el árbol del amor moría.