Prosa Poética
Autor: Milton Poveda 2015
En este terreno natal, donde el solar cruza ligero los montes, el corcel de mis emociones, evacua tránsfugo los miedos, los anhelos perdidos… ¡ las tentaciones!; haciendo gala de singular derroche, con el trote seguro y gallardo, de quien lleva en lo alto, ¡sus más grandes decepciones!, pero en el atardecer de eventualidades, consternaciones y desdichas, más allá del horizonte, que depone sus tristezas, con tan solo una caricia, mi esperanzado caballo, no ha dejado las riendas, ni los lazos; ¡no recae en sus pasos...! ¡aunque sin herraduras!, perdido lleve el camino en sus trazos.
Donde el cielo y los mares se extienden, en un solo manto, donde el añil pálido de sus reflejos; rejuvenece las aguas tranquilas, de textura indivisa y de fuerte rimado. ¡ mareas encumbradas !, entre sábanas desplegadas, dueñas de un compás azul, como velos de tul... en un severo descanso; dan la bienvenida al ocaso, ¡al amanecer...! al crepuscular edén, al paraíso febril de los seres alados.
Las pinceladas de las estrellas y la luna, abren un lienzo único; las aves en el firmamento prevalecen... avanzan y retroceden, ante un retozar inmóvil de sus cuerpos, dejando sus alas desplegadas y expuestas a la brisa, ennobleciendo la belleza de mi rocinante compañero… que sin élitros, surca los vientos de la bóveda celeste, que sin ser tibio como un armiño, el cariño adoptado de un regalo, ha sido presente recordado y dotado de espectacular abrigo, amigo que sin ser agraciado o delicado como una flor, calma con su estampa, el clamor de este; ¡ mí cansado corazón! ; afligido y desgastado, por las horas largas de desolación.