Aquella navidad
fue diferente,
un niño de corta edad
tuvo un accidente.
Cayó de repente
por un tropiezo
estropeó sus sesos
con tal brutalidad
que la fatalidad
de la ingrata hora
en su inocencia,
pierde consciencia
y convulsiona.
En estado de coma
estuvo el infante
por aquel instante
en que usaba su juguete
y del golpe fuerte
quedó sangrante.
Ante el asunto preocupante
el grupo familiar
terminó en el hospital.
Pasó diciembre y enero
con el mismo desespero,
al igual que febrero,
marzo y parte de abril,
porque a punto de morir
estuvo el mozuelo,
y por milagro del cielo
pudo salir
del grave estado.
Ya recuperado
logró decir
a su mamá:
¿Donde está la navidad?
¿qué hicieron sin mí?
y su mamá feliz
le mostró los adornos
con regalos y todo
que guardó sin abrir,
y el niño así
disfrutó sonriente
la navidad diferente
en el mes de abril
con el árbolito y el pesebre
que aún estaban allí.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela