Caminaron dos, llegaron tres...
La vida se afincó tímidamente
en un vientre de células de amor.
Subieron dos, llegaron tres,
el pulso que en raíz emerge
será un latido pronto, una eclosión.
Sintieron dos, vibraron tres...
un río blanco que avanzó sin puentes
baño la vida que libre floreció.