La noche late en los minutos del reloj;
estoy paso a paso deletreando despierto.
¡Ay, tiempo manco! ¡Ay, tiempo incapaz!
estalla el anhelo de tus ladridos,
enmudece mis pensamientos.
No me dejes quererte,
no me dejes acomodar en mis hombros tu murmullo.
¡Qué voy hacer si se me envenena el sueño!
¡si no esquivan mis párpados la luz!
Oh poesía, recítame una de tus extremidades.