Así como el agricultor
deja caer el agua
en sus cosechas,
la riega, la empapa,
para que reverdezcan,
así quiero dejar caer la lluvia de mis versos,
sobre tu alma verde y fresca,
para que resucite radiante.
Que mojen,
los más íntimos peldaños de tu alma,
que le den más vida
en sus constantes goteos,
que te lleven
a mundos inimaginados,
en su vergel insondable.
Mis versos son tu fuente inagotable,
bebe de ellos,
hasta que te sacies...
Yo hago reverdecer tu alma
con la lluvia de mis versos,
Tú, me riegas la ilusión,
cada vez que me lees.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú