Cautivadora, sensata y apasionada te sentí sobre mi cuerpo, el movimiento pélvico que ejecutabas a la perfección como toda maestra de la excitación, hizo sucumbir hasta el mas tímido de mis gemidos. Tocarte como niña y sentirte como mujer enloqueció mis sentidos, al punto que te veo hasta en los sueños nublados con amenaza de lluvia, tu movimiento involuntario expresó lo que tus ojos brillosos confesaban, el éxtasis se acercaba hasta el punto de meseta, el uso de tu lengua escarceaba parte de mi y lograste despertar pasiones y sentimientos, aquellos que solo contigo siento, aunque no esté en tu adentro, tu piel alborota mi corazón y lo pone a tu disposición, y cada gota de lluvia simulaba la humedad en tu cuerpo, y mi sudor confesaba el candor que con cada movimiento tuyo en mí nacía. Y aquí te dejare mis líneas para pensarte con fantasías, hasta que llegue ese momento en que te pueda tener sobre mi cuerpo, en aquel lugar que nos gusta llamarle arriba.