Esteban Mario Couceyro

El paraiso una vez más

Mi brazo extendido

como un muro, te rodea

te lleva y me acompañas

en este atardecer tibio.

 

¿Por que sos vos?

Tu fragancia de flores

la tibieza de la piel

me miras sonriente.

 

¿Y por qué no?

Si a sido así

la vida nos encontró

fue natural que pasara.

 

Tus cabellos huelen a manzanas

y eso me trae recuerdos

recuerdos lejanos

de mi primer pecado.