Todo pasa, todo queda,
dijo Antonio Machado
en uno de sus poemas.
Y pasó el ansiado verano
y de Buñol sus fiestas
y nos queda la satisfacción
de las cosas bien hechas.
Pasacalles, Mises, Ofrendas,
Cabalgatas primorosas,
una Tomatina novedosa
y noches de reuniones y cenas.
Nuestro espectacular “Mano a Mano”
celebrando su cuarenta aniversario,
aunque del evento lo más preciado
fueron los Conciertos interpretados.
Y de nuevo la rutina...
con nuestras alegrías y penas,
con la esperanza puesta en el mañana
donde vivir sensaciones nuevas.
Y yo también vuelvo
a la pintura y las letras,
donde encuentro el equilibrio
de la felicidad completa.
Y seguiré enriqueciendo el alma
con ambas primorosas facetas,
pintando bellos cuadros
y escribiendo nuevos poemas.
Poemas como la vida misma,
de encontrados sentimientos,
unos alegres y otros llenos de nostalgia
por las cosas pasadas que quedaron
prendidas en las alas de la magia.
Fina