¡Dejadles que hagan sus murallas!
Que le pongan asfalto a este dolor.
Que sus ojos otéen desde lejos
la fuerza que tiene su desdén.
¡Dejadles que pinten con entrañas!
las ansias que tienen de poder.
¡Dejadle que escriban sobre el tiempo!
que sus nombres
son Torres de Babel.
¡Dejadles que cabalguen con el tiempo!
cual Attilas tras la sangre por placer.
¡Dejadles que se apropien de los campos!
Que marquen con sus nombres nuestra piel
Que nos hagan sus borregos entrenados.
Que tengamos para ellos un Amén.
¡Dejadles que moren nuestras casas!
hasta hacernos sus profetas de papel
¡Dejadle que digan sus palabras!
que sus rezos son las puertas al Edén.
Que este cielo, esta historia, este encierro...
se escupirá en nuestros regazos,
que este mundo vieja \"colcha de retazos\"
castiga el cruel letargo
de una tierra que ignora hasta su ser.
Racsonando ando.