Todo retoña en el edén de tus mejillas
Todo se ensancha en los confines de tu piel,
Nada de mi resiste a tus níveas alegrías
Nada en ti esconde la belleza de tu ser.
Todo renace con el cántico de tu aliento
Todo se clarifica por tu sonora luz,
Nada de ti importuna cuando reposo en tu pecho
Si sobre mi experiencia nada tu juventud.
Todo el milagro de existir aguarda en tu sexo,
Todo es la medida para amarnos en exceso
Nada es el límite…si todo me sabe a ti.
Nada posee el murmullo rojizo de tus labios,
Nada es comparable a rendirme a tus encantos
Todo por ti lo puedo… nada podría sin ti.
D.M Santillán