Estuve escapando....
jugando a negarme...
a no entregarme...
a no verte...
no escucharte...
no sentirte....
a ser indiferente
a tu vida...
tanto o casi tanto
como a la mía....
Esta vida que ya
no es vida...
esta vida
en la que me entrego
como prenda....
al postor de turno...
a quien quiera
quererme
que me quiera...
(¿tanto quiero
que me quieran?)
Vida que se me va
como una matemática
sucesión de días...
con variables
que me cuestionan....
que me insisten
en que despierte...
que el tiempo pasa
y de los momentos
felices me quedarán
sólo manos vacías...
ni recuerdos de tus labios...
ni sensaciones en el cuerpo...
ni tu nombre....
el mudo sonido de tu nombre...
Nada quedará
si no me apuro...
Si el miedo sigue
persistiendo
si el miedo me abraza
cada noche...
si el miedo logra
que te olvide...
para retornar a la existencia tranquila...
-el antes y el después de tu nombre-
en donde las ansiedades del cuerpo
y del alma
se calman con un vaso de leche tibia...
(el dulce beso de la leche tibia)
donde río y lloro
al ritmo
de la pantalla chica...
donde la vida
no es vida...
Y si dormir del todo
alguna vez fue
para mí la respuesta
más correcta....
hoy me digo
que todo fue
para estarte evitando...
para no
preguntarme-cuestionarme
para no mirarme en tus ojos
y revelarme
como una simple farsante:
la que finge
no morirse
cada día..