Como ropa colgada al viento
Eso somos... Ni más ni menos
frágiles a merced del tiempo.
Pasajeros del infinito trecho.
Abandona tu asiento... llegamos,
ya es tarde para lamentos,
tal vez algún día regreses:
Limpio, blanco, perfecto.
Temporal que acalla al marinero.
Recurre a tu último aliento,
aférrate a la vida al menos.
Lucha con tesón, bravamente.
Somos nada mirando al Universo,
somos todo blasfemando, hiriendo.
Si pudieras conocerte un momento
quizás finalmente entenderías:
De nada sirve acumular riquezas
de poco vale tu discernimiento.
Como ropa colgada al viento
Eso somos... ni más ni menos,
frágiles a merced del tiempo,
pasajeros del infinito trecho.
El placer es efímero
la gloria fenece.