Canto a todo
y no canto a nada
tarareo muy bajito
susurrando lo cantado
para que solo me oigan
aquellos que quieran escucharlo…
Canto a la brisa fría
también a la mañana
cuando me levanto…
a mis noches muy queridas
que me arropan bajo su manto.
Canto a la soledad
fiel amiga,
que me coge de su brazo
reencontrándome conmigo misma
su presencia es un regalo…
Canto al amor que he tenido
y ha enriquecido mi vida,
al que siempre estaré agradecida
por su ternura infinita….
Canto a mi trabajo
que garantiza mi sustento
y me permite comprender
muchas de las cosas que siento
Canto a la vida digna
también a la buena muerte
aquella que sin sufrimiento
deseo me lleve…
Canto a mis padres
a mi hermano y su familia
a mis ahijados Samuel, Lucia,
Hector…y a Mateo
que con su ruido, travesuras y rabietas
me hacen sentir todavía niña…
Canto al día a día
que conforman así mi vida
con sus horas y sus días
por la que me muestro agradecida…
Y por supuesto, también
a aquellos momentos
en los que parece no haber salida
que me hacen tocar tierra
apareciendo siempre… una rendija
por la que me cuelo…
resurgiendo de nuevo.
Canto a todo
y no canto a nada
tarareo muy bajito
susurrando lo cantado
para que solo me oigan
aquellos que quieran escucharlo…