ALQUIMIA PARA EL AMOR
Así, simplemente libres.
Voy a ponerle cargas de amor
a esta tristeza,
para que produzca
la explosión
más gigantesca,
de la que no se ha tenido
noticia en mucho tiempo;
para lograr que
en un vasto territorio
se esparzan las esquirlas
cargadas de cariño
y seduzcan a los hombres,
incluyendo a los más indiferentes.
Hay que aliviar este dolor
de patria agonizante,
preparando ya el abrasivo,
capaz de borrar
viejas cicatrices
rubricadas por el odio
en el corazón humano.
Sin duda los genios
extraviaron el timón
de sus cerebros,
y le pusieron ruedas locas
a su imaginación.
¿De qué nos servirán ...
tantas maravillas
si perdemos el último
destello de cordura?
Si hasta la capacidad
de asombrarnos se nos esfuma.
Otrora nos producía
estupefacción
la muerte natural de algún vecino.
¡Hoy! con atrevida indiferencia:
¡¡¡ contemplamos las masacres ...
de nuestros pueblos !!!
como si hubiéramos
tomado confianza
con la muerte.
Te aconsejo:
la sustancia es el freno
de la bestia.
No la dejes escapar.
¡Ama! no te canses de hacerlo.
Ama mucho.
Métele alquimia
a la vida
y ya verás.
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino