Hermanos de música.
Voces del pueblo se levantan al son del tambor,
ritmo de rebeldía cargado con vocablos en rima,
poesías perdidas recuperadas por novatos,
que recuerdan al ancestro en su valor atentos.
La belleza de su voz es sublime, eterna en su resplandor,
cada palabra llena de odio hacia el gobierno opresor,
tiene un significado fuerte, inexplicable por el dolor,
el pueblo no tiene lideres los únicos son estos, niños con su ardor.
Exquisita sinfonía de léxico sin habladurías,
bondad pura en cada estrofa y verso de alegría,
podremos derrotar a la sociedad y su alevosía
con rebeldía y actos de amor sin hipocresía.
Venga hermanos de música apliquemos la poesía,
en este mundo enfermo por el odio y la inhumanidad,
ya no podremos soportar más estas ansias por la derrota,
ni la soledad que nos agobia, apliquemos la sabiduría
que viene de los años perdidos, para anunciar el nuevo comienzo
sin un fin, solo el del nuevo reencuentro con el amor y la verdad
de lo nuevo.