Bandolero de rama ardiente,
rojo de fuera, de sur a norte.
Cabalga desde oriente
hasta la punta de occidente.
Villano de mal al dente,
negro entero, sin nada aparte.
No cabalga si no nace de occidente
hasta la punta de oriente.
Mirome fijamente:
-Sin ti yo me aferro, ausente siempre estas,
no pierdas más el tiempo o la muerte hallarás.
-No pienses que yo contigo perderé.
si yo me llamo amor, tu, odio, nunca seré.
Lo ataqué con la sonrisa más perfecta,
no de orgullo, si no de alegría.
El contrarresto con el rencor,
no de enojo, si no de dolor.
Llorando el perdió,
y con el que se fue su dolor.
El amor venció,
y en las personas perduró.