Vibrando en cada poro de mi piel
en cada celula que gira en mi universo,
eres la brisa sideral
que inventa juegos al pasar
para llevarme hasta la edad perdida.
Y somos ríos, que discurren
hacia lagos encendidos, remolinos
fulgurantes sobre un mar de fantasía
enlazados para volver a ser niños.
Te acercas, por un camino sin final
tendido piedra sobre piedra calcinada,
tomo tu mano con pasión,
en los peldaños del amor
para insertarnos en un rito milenario.
Y nos fundimos cual metales
esparcidos en la arena, suavizada
bajo el tenue de tus pasos encantados,
y los labios murmurando una plegaria .
Te abrazo, el mundo ya es de los dos
y somos uno en el prodigio de la tierra,
somos un sueño una razón
la luz que inunda el corazón
encaminados hacia lo infinito.
Autor: Gustavo Echegaray A.
18.12.2016
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