Cristian Jovani

DENUEDO

En mis espaldas se apoya el incierto,

su fuego pernicioso, el peso de sus molestias.

Tengo el cuerpo caído

mas la mente despierta de ideas,

los dedos en el tintero.

Olas que vienen, olas que van;

el capricho de las horas.

Me descalabro la mollera y las pupilas

el esfuerzo me las arranca.

¿Dónde hay copla que no se cante?

¿soneto que ignore su refinamiento?

No está desierta mi plaza de niños,

ni de letras mis entendederas.

Es constante lo que se presta esta vez,

\"dejaré un emblema con la rima Jotabé\".