Chiquita hermosa, gritas que me quieres,
siento en tu amor la llama inextinguible,
a pesar que me abrasa, es apacible.
Sin soñarte solamente en mí tú eres.
Tu ternura me olvida quehaceres,
grita fuerte que me amas, es posible
que sea bien cierto. Amor; accesible
te siento en mis noches y amaneceres.
Tengas tu alma, solo aúna en el mío
y ambulemos nuestra imaginación,
quizás anides tu primavera hoy,
o, en mí mañana, antes que llegue el frío.
El placer será mi veneración,
porque te quiero, te llevo adónde voy.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
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