Quiero muerte
en los andenes de la hipocresía.
Intenta concebir un ganso de mimbre
y enseguida entenderás
por qué en la escuela
no nos dejaron germinar.
Quiero barajas
de tréboles con cuatro hojas.
Viene a mí la nostalgia, el rugido,
viene a mí la noche de los artificios,
la calina que rompe cabezas huecas…
Me llegan noticias de la ciudad que no amé,
y me encojo de hombros,
ya que la sacudida del metro
me desgarra la vida
que nunca viviré.
Quiero ver sangre e iras
en el andén
de la nauseabunda doblez.