Eres mi paz y mi delirio,
seguridad en un camino mil veces recorrido.
Eres mi pedestal y mi escondrijo,
mi soga en un profundo precipicio.
Eres freno de mis desenfrenos,
puerto que me aguarda si navego;
prisionera de mis mejores recuerdos,
y dueña de mis mas locos deseos.
Caudillo de mi revolución.
Isla virgen de mis exploraciones.
Mi campo de concentración.
Mi parque de diversiones.
Eres sepia y eres de colores,
fruta de dos sabores,
punto obligado en mis reflexiones
y la heroína para mis dolores.
Eres musa de mis canciones,
epicentro de mis temblores,
la causa de mis tentaciones
y cómplice de todos mis errores.
Eres comandante en mis batallas,
mi reina y mi vasalla,
el largo puente y la alta muralla.
Eres mi calabozo y eres mi atalaya.
Eres del juego, mi premio,
por ti soy el abstemio,
por ti soy el bohemio.
Eres tranquilidad en casa y en el trabajo apremio.
Eres fuego ardiente y plácido río.
Imposición y libre albedrío.
Eres el amado hogar y el cruel camino.
Madera de mezquite y madera de pino…
Eres mi sed, pero también mi vino.