Los acordes se desafinan
A Beethoven desafian.
Cabalmente, un orfeón noctambulo.
Los saltamontes afinan blues,
dando entrada a los ladridos
de los perros.
Totalmente semejante
a una partitura de Víctor Rooten.
Todo un concierto ,
amaestrado
Por los Pyrophorus noctilucus.
No era sueño
alguno,
sino mis insomnes sentidos,
Apreciando la tercera hora de la madrugada.