Mientras se desvanece el último brillo del crepúsculo -arrebolado-
Aparecen una por una, vestidas de boda
Rompen en sollozos, esperando que aparezca;
Í llega, iluminando con su luz a la noche.
Aroma de adelfas acompañan al céfiro nocturno.
Perduran los recuerdos, vacíos...
Arropo los efímeros momentos de primavera a tu lado,
Regresan esas perseidas, para aumentar más reminiscencias
Ahora eres némesis!
Te perdí, ¡nefandamente!
I quise sentir las cosas que se sienten: amor, locura, dolor...
Aclarece y m\'embriaga el dolor que dura eternamente
porque el amor es huero, si no estás cerca;
las noches, las perseidas, sus estrellas vestidas de boda
i las madrugadas son indómitas.
Esta es la befa, mi befa, del recuerdo, del sentir
el dolor que produce en los hombres el amor,
i que ésta sólo deja mi corazón amargo i frío...