Cristian Jovani

EL GRANDIOSO CRISTO (Jotabé)

Al perder su vida fue la victoria

¡Qué bendita epopeya meritoria!

 

En su cuerpo las marcas del suplicio,

sangraban el tronco del sacrificio;

sin aliento, sin algún beneficio.

Por orden, supo cumplir el oficio.

 

Oh, Dios, ¡cuánto infortunio recogiste

y por amor a los tuyos sufriste!

 

¿Hallaremos obra satisfactoria?

Bajaste para nuestro beneficio,

desde la cruz, la culpa detuviste.