Acicateo al día
con el dulce
y tierno de tus besos
que embriaga la mañana,
enmudece al silencio
e invade el aire
de melodías y versos,
gravamen de tu mirada
que por siempre en mis recuerdos
naufraga;
la voluntad se sume a respirar
tu aliento,
la piel es vulnerable
a la copiosidad de caricias
que desgarran al deseo,
indisoluble
con el paso de las horas
y el correr del tiempo.