Sacó sus vestido de negro color
desnuda en el piso aún siendo una dama
los ojos flotando en un mar de lágrimas
acariciaba la prenda que tendió en la cama.
No habría campanas ni risas ni besos
ni anillos preciosos en el dedo anular
el vestido blanco era solo un recuerdo
que colgado en un clavo parecía llorar.
Las voces se agolpan detrás de su puerta
pronunciando su nombre casi sin parar
ella les responde con un largo silencio
soñaba despierta con algo irreal.
Se puso de pie en cámara lenta
se enfundó el vestido color de tinieblas
enjugó sus lágrimas con el revés de su mano
y camino a tientas rumbo a la puerta.
Aquellos que antes la llamaron a voces
se hicieron a un lado sin decir palabra
dejándose oír sólo el silencio
mientras la mujer como sombra pasaba.
Al féretro rústico que sobre una carreta
sin flores ni cruces al camposanto llevaba
tiene como compañía a la novia de negro
que sola quedó, sin amante, sin boda, sin nada.-