Manos agrietadas y llenas de ampollas,
su trabajo fuerte del día cargado en la carreta,
desde el alba esta escarchada mañana se afanaba,
talando un árbol en el bosque de pinos
Merlín, su fiel rocín, bien conoce el camino a casa,
y la alegría que al regresar brindarán,
ojos llenos de asombro y corazones llenos de emoción,
ya que la noche de Santa Adéle pronto acerca
Con cariño le llaman “El Espíritu de la Navidad”,
un gesto de amor y empatía su regalo navideña
a los aldeanos y sus numerosos niños,
el aroma a pino fresco un obsequio anual
Decorado de velas el árbol con brillante orgullo se luce,
la congregación, en veneración iluminada,
alrededor del nacimiento himnos de alabanza cantan,
anunciando la llegada del Niño Jesús
El cuadro de propio pincel