argantonio

Despacito, sin prisas

Yo sé que tengo que morir,

pero intentará morir.

Mientras voy viviendo

morir despacio como

si estuviera haciendo el amor,

o desgustándo un plato exquisito

o morir de aburrimiento

antes que de inútil sufrimiento.

Que esperen las guerras

y sus ruinas.

Las guerras que más me gustan

son las guerras pasadas.

Y los himnos sin letras

y las únicas muertes

que me atraen

son las de Romeo y Julieta

o la de los amantes de Teruel

o las de Marco Antonio y Cleopatra que

son tan teatratales que no parecen reales.

En fin, esta tarde primaveral

he dormido u poco la siesta, que no está mal,

como un simulacro, nada mortal.