Entonces me encontré en la
fila del cajero automático
y en medio de mi rutina
recordé sus ojos y la
tonta excusa que me sirvió
para ver lo que ellos escondían...
Y en lo más profundo de cada uno de esos ojos MARRONES
vi como se representaba el desierto de amor que en su vida reinaba.
Con breves destellos VERDES,
producto de una u otra vez
que tuvo y puso su esperanza en hombres
perdidos en la belleza,
ignorando su esencia,
que no alcanzaron a ver
lo que Ella significa.
Entonces en aquel aprecio, descubrí una
aureola NEGRA sin fin,
que rodeaba cada una de esas perlas;
lo vi como la barrera subconsciente
que creó en consecuencia de sus breves
destellos VERDES de esperanza
y sus caóticos desenlaces.
Ahí estaba Yo,
con el mejor paisaje
que mis sencillos ojos oscuros
podían apreciar.