Galopando en el tiempo, he ido tras de ti por todos los senderos y no he dado contigo… sintiéndome extraviado sin llegar a destino.
Oriéntame a encontrar tu corazón; dime como lo hago, enséñame aunque llegue a él un poco fatigado sin tener que esperar casi toda una vida.
Un día he de hallarlo; no importa si al hacerlo sea montado en las alas de algún ave maría o al son de un padre nuestro pero he de lograrlo.
Y cuando esto suceda reventará mi pecho de alegría sin dolor por tu ausencia, sin búsquedas perdidas y el brillo a mis ojos volverá para siempre.
PABEDIS