Alejandro Montes

A mi madre

 

 

 

Cuando las horas pasan

llevándose consigo tantos pensamientos

y recuerdos

miedo no tengo, porque se que aguardas

en el mundo del silencio

a nuestra presencia.

 

Y se alarga el camino caminado

que bajo el tenor del sol incandescente

ya pesa un tanto en el hombro

...creo apreciar tu aroma.

Hay ausencia de tu voz y se la extraña,

hay necesidad de tus manos en la frente,

y no estas.

 

Cuando nuestra ruta aun tiene experiencias

prisas, penas y alegrías,

aun se espera la presencia de algunos días

para rendirse a la sonrisa serena

de una Madre incansable y compañera.

Sin sus pasos,

sin su aliento

ya la ruta que uno tiene   ...no es igual.

 

Noches en vano,

días ajetreados,

tardes que son tardes.

...Hay ausencia por la puerta que da a los cuatro vientos

no hay la voz,

no hay la visión cristalina...

de tus pardos ojos grabados.

 

Dulce Madre querida.