Cuando las horas pasan
llevándose consigo tantos pensamientos
y recuerdos
miedo no tengo, porque se que aguardas
en el mundo del silencio
a nuestra presencia.
Y se alarga el camino caminado
que bajo el tenor del sol incandescente
ya pesa un tanto en el hombro
...creo apreciar tu aroma.
Hay ausencia de tu voz y se la extraña,
hay necesidad de tus manos en la frente,
y no estas.
Cuando nuestra ruta aun tiene experiencias
prisas, penas y alegrías,
aun se espera la presencia de algunos días
para rendirse a la sonrisa serena
de una Madre incansable y compañera.
Sin sus pasos,
sin su aliento
ya la ruta que uno tiene ...no es igual.
Noches en vano,
días ajetreados,
tardes que son tardes.
...Hay ausencia por la puerta que da a los cuatro vientos
no hay la voz,
no hay la visión cristalina...
de tus pardos ojos grabados.
Dulce Madre querida.