No te tomo enserio si un día sales de la casa
perra culiá,
y quieres encerrar los vientos en una caja
de marañas invisibles,
y con las manos atraparme fuerte.
Porque tienes cara de maraca
que persigue la tormenta
y le encanta correr tras ella
cuando me lo pides así.
Se te escapará siempre la alegría
entre mi mirada fija
sucia perra.
En el centro del huracán
perdiste tu velo.
Volando bajo en las borrascas
te follaron.
Los amos del viento sujetaron los cuatro extremos de tu cabello,
enarbolaron tu cabeza en el centro
y te pusieron en cuatro
para que no escaparas
de tu libertad.