25 diciembre
La elección del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Cristo no obedeció, ni mucho menos, a que ese hubiese sido el día en que nació Jesús de Nazaret; este día no fue adoptado por la Iglesia como tal hasta el siglo IV (entre los años 354 y 360), de la mano del Papa Liberio (352 - 366), y su finalidad fue la de cristianizar el muy popular y extendido culto al Sol Invictus.
En la Navidad, solsticio de invierno en el emisferio norte, el sol alcanza su cenit en el punto más bajo y desde este momento el dia comienza a alargarse progresivamente, hasta llegar al solsticio de verano (21 de junio) en que invierte su curso; era, pues, para los antiguos, el auténtico nacimiento del sol y, con él, toda la Naturaleza empezaba a despertar lentamente de su letargo invernal y los humanos veian renovar sus esperanzas de supervivencia gracias a la fertilidad de la tierra que garantizaba la presencia del divino Sol Invictus. Esa fecha, concretada en el 25 de diciembre –dia de la conmemoración del natalicio de dioses solares jóvenes, precedentes claros del Jesús-Cristo, como Mitra o Baco/Dionisos, llamado también el Salvador --, alcanzó una importancia indiscutible, desde muchíusimo antes de la época cristiana, en todas las culturas, ya que estas eran básicamente agrarias.
Como consecuencia de las campañas bélicas del cónsul Pompeyo, durante el siglo I a.C., los misterios de Mitra y del Sol Invencible se difundieron con mucha fuerza por todo el Imperio romano. El apelativo de Sol Divinus (sirio), Sactissimus (semítico) o Aeternus (mesopotámico) denotaba atributos de Mitra, Baal u otros grandes dioses de la antigüedad, pero, finalmente, a partir del siglo II d.C., se impuso el concepto de Sol o Dios Invictus para significar el poder eterno que tiene el dios solar para renacer siempre victorioso de las tinieblas en las que se sumerge y muere a diario.
Está documentado que hasta el propio emperador Constantino (306-337) --gracias al cual se impuso la Iglesia católica romana-- ordenó sacrificios en honor al Sol, acuñando monedas con la frase \"Soli Invicto Comiti, Augusti Nostri\", impuso que sus ejércitos recitaran cada domingo --día del Sol-- una plegaria al \"Dios que da la victoria\", etc.; al llegar al poder su segundo hijo Constancio II (337-361), se proscribió todo culto a las divinidades paganas y el papa Liberio, sobrepuso la celebración del nacimiento de Jesús al del Sol Invictus Mitra. Constancio murió cuando se disponia a enfrentarse a Juliano (361-363), que había sido proclamado por las legiones y al que la Iglesia, ya poderosa, puso el sobrenombre de el Apóstata por haber intentado restablecer la heliolatría
Desde esos días, la mítica solar de Jesús-Cristo desbancó al Sol Invictus, tomando su mismo lugar adaptando su propia forma externa al sólido molde de creencias legendarias que habia dejado el culto pagano. Está bien documentado que Mitra nació de virgen un 25 de diciembre, en una cueva o gruta, que fue adorado por pastores y magos, fue perseguido, hizo milagros, fue muerto y resucitó al tercer dia... y que el rito central de su culto es idéntico al que acabaria adoptando la Iglesia cristiana.
A pesar de los miles de libros que se han escrito sobre Jesús de Nazaret, es tan poco lo que se sabe acerca de su vida, que solo la fuente básica de su existencia mana de los Evangelios, pero estos textos, como confesión de fe que son, resultan un tanto vacíos para cualquier historiador que pretenda ser riguroso y objetivo.
Siguiendo al Evangelio de san Lucas leemos que \"aconteció, en los días aquellos que salió un edicto de César Augusto para que se empadronase todo el mundo. Este empadronamiento primero tuvo lugar siendo Cirino gobernador de Siria. (...) José subió a Galilea, de la ciudad de Nazaret a Judea, a la ciudad de David que se llamaba Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba en cinta. Estando allí, se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón\". (Lucas 2,1-7).
Sabiendo que el censo fue llevado a cabo por Publio Sulpicio en el año 6-7 d.C., según consta en la crónica histórica de Flavio Josefo; está claro que esa fue la fecha del nacimiento de Jesús. Pero, sin embargo, si recurrimos a Mateo, nos encontramos con que Jesús nació a fines del reinado de Herodes el Grande (Mt. 2,1), que murió en el año 4 a. C., y que José y María se establecieron en Galilea después del nacimiento de Jesús y no antes.
Siendo esto así tenemos que situar el natalicio del Mesías dentro de un arco de diez o más años de diferencia, y localizar la residencia de sus padres en dos puntos opuestos de Palestina. A juicio de la mayoría de los expertos, Jesús nació probablemente entre el año 9 y el 5 a. C., entre los judíos de Palestina y vivió en Nazaret, una modesta ciudad de Galilea, hasta una edad comprendida entre los treinta y cuarenta años, trabajando en el oficio familiar de carpintero hasta que lo dejó todo para irse al encuentro de Juan el Bautista.
Acerca del nacimiento y de la infancia de Jesús no se tienen más datos que los de su biografía mítica; tampoco se conoce absolutamente nada acerca de su vida con anterioridad a sus apariciones públicas como predicador.
(datos tomados de la historia)