Te fuiste en silencio, con la paz de la noche
dejando atrás el dolor, y la tristeza en tus hijos.
Cuantos recuerdo, risas y llantos,
tu cuerpo devíl, cansado por los años que traías
cargado a tus espaldas, dejando huellas en el camino
como enseñanza a tus hijos.
Te fuiste en paz, y yo tu sobrino no estuve a tu lado
para abrasarte tendiendo mis manos
y acariciar tu rostro, mas un beso en tu frente
cual flor entrega su perfume, para que tu viaje
sea placentero, seguro y en tu carita humilde y sencilla
se dibuje una sonrisa que jamás se pueda olvidar.
Te fuiste en busca de la paz eterna
en busca del paraíso, un jardín eterno
en busca del amor que un día te dejo solíta
porque marcho antes, para preparar el camino
como en aquel tiempo de juventud
cuando te tomo de la mano y te llevo asta el altar
para que tu seas su mujer, su amor eterno.
Te fuiste tía, en mis ojos quedo un llanto
que no acabará jamás, porque perdí una gran tía,
una gran mujer.